A Lisbeth Anzola, por su preocupación sincera.
¿Ha formado la educación venezolana ciudadanos con capacidad crítica o independencia intelectual? ¿Se ha desarrollado una masa profesional altamente ilustrada para enfrentar los desafíos morales, culturales, económicos y sociales que el país propone? ¿Se ha nutrido un espíritu emprendedor y autónomo capaz de crear riqueza, no solo material sino también, y con más urgencia, en el ámbito general de la cultura?
Estas preguntas, que en primera instancia pudiesen lucir capciosas, tienen el fundamento de lo que cómo país somos y seremos en el corto y largo plazo. Separando los “serios” cuestionamientos ideológicos que se puedan argüir como centro de las críticas sobre el origen, fundamento, discurso o relato de los planteamientos precedentes, intentar una respuesta es una ineludible necesidad. Los que se pierden en los nebulosos senderos de la abstracción han tenido tiempo y recursos suficientes para el aporte. Sin pretender pontificar sobre la bíblica sentencia de conocer los resultados por los frutos producidos, es evidente que algo no ha funcionado en el sistema pasado y presente.
En los abordajes actuales, con los que se pretenden cambios substanciales no dejan sus creadores de tener características elocuentes de “aprendices de brujo”. La carencia de disciplina cognitiva, la ausencia de métodos de evaluación idóneos, sesgos interesados en dogmatizaciones antieducativas, pobreza de contenidos programáticos, mutilación de las posibilidades de investigación y desarrollo nuevas estrategias son algunos de los puntos que se muestran en esta desproporcionada aventura. Y es irresponsable aventura la que compromete el futuro inmediato de las generaciones que se están formando.
El fracaso de un modelo no se combate “tirando piedras” a discreción. Es una tarea con mucho de Sísifo y de Prometeo, en una acción nacional que tome en consideración recursos, potencialidades y posibilidades materiales y humanas. Todo ello con un norte claro de apertura de oportunidades para todos.
Sería ingenuo pretender negar el carácter ideológico de la educación, de su instrumentalización como punta de lanza de cualquier Gobierno en ejercicio de su hegemonía. Pero no se trata de deslastrarlo de sus rémoras consustanciales y naturales en cualquier escenario donde se desenvuelva. El asunto fundamental es cuando ni siquiera tiende a formar un determinado tipo de ciudadano y se limita a la “fabricación” de minusválidos intelectuales, recitadores de consignas y potenciales fracasados en las tareas para las cuales no ha sido medianamente preparados. En esta dirección se crean posibles resentidos sociales que mas temprano que tarde encenderán la mecha de un polvorín social
martes, 29 de junio de 2010
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1 comentario:
Creo que hasta ahora la educación se ha dedicado a formar personas que se adapten y acoden a un sistema. ( Y es que no conviene que sea de otra manera, pues al contrario se verían afectados sus intereses. Sin embargo y a pesar de esta realidad creo en que se pueden hacer nuevas propuestas. Propuestas que beneficien a unos y a otros.
Trataré de explicarme:
Yo creo en el trabajo productivo, generador de capital humano y de riqueza. Pienso que es positivo y bueno fomentar empresas que aporten beneficios para sus dueños, empleados a la sociedad y a la humanidad misma. Pues creo que todo lo que hacemos , impacta a la humanidad entera.En este orden de ideas me explicaré un poco más. Actualmente existen infinidades de empresada que trabajan arduamente para la destrucción. Ejemplo de ellas son las tan rentables fábricas de armas, fábricas de pornografía,empresas que destruyen el medio ambiente etc, fábricas de populismo y mentiras en las cuales si que se derrochan recursos y energía . Pienso en lo absurdo de todo esto: ¿desgastar la vida , la inteligencia en la destrucción de mis semejantes de mi mismo?.
ES TIEMPO DE GENERAR CONCIENCIA. Es tiemo de crear empresas aunténticamente productivas , donde el hombre sea el valor más importante y por él y para el se trabaje. (empresas productoras de bienes y servicios verdaderos )
Pienso se debe planificar una sociedad de acuerdo a como queremos verla en cinco años, diez, quince , veinte. ¿que deseo legarle a mis hijos? A las nuevas generaciones.
Que bueno sería trabajar desgastar energías, recursos , la propia vida en crear un socieda más humana, más justo, más plena. Porque al final creo que tenemos todas las capacidades para lograrlo. Solo falta algo: Voluntad , entrega y pasión.
YO ESTOY DISPUESTA.COMO TAMBIEN SÉ QUE QUE HAY MUCHOS QUE TAMBIÉN . LA CUESTIÓN ES UNIRNOS PARA PONER MANOS A LA OBRA.
Y POR ÚLTIMO MI ESTIMADO AMIGO, GRACIAS POR COMPARTIR SUS IDEAS Y SOBRE TODO TENERME PRESENTE EN ELLAS.
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