Por esa tendencia académica, muy latinoamericana, de precisar conceptos sencillos que expliquen en buena medida los temas sujetos a discusión, me he dado a tratar de identificar en que consiste el tan publicitado, aunque solo sea nominalmente, socialismo del siglo XXI.
Con base a la acciones, declaraciones y tópicos en clave de los partidarios del mencionado ¿movimiento?, ¿enfoque?, cosmovisión?, se pueden extraer algunas características básicas. Es preciso acotar que no hay ninguna toma de posición, solo se intenta describir, sin ningún apasionamiento, el esotérico concepto.
En síntesis, lo hasta ahora esbozado por las líneas gruesas de lo que se maneja en el ámbito de los ideólogos de la mencionada corriente se pueden glosar las siguientes características:
1. Una severa limitación al derecho de propiedad privada. Se promueven nuevos conceptos de propiedad.
2. El incondicional monopolio educativo y cultural del Estado. Cualquier desviación no representa diversidad sino desviación
3. La prioridad de la función social sobre el individuo.
4. Un partido, con pretensiones de convertirse en único, interprete y guía de la revolución
5. Un líder imprescindible, omnisciente, omnipotente, poseedor de la verdad y el camino.
6. Poderes públicos alineados con y para el mantenimiento de los dictados de la revolución y su líder.
7. Una democracia en el estilo de la que se practica en Cuba, donde, según resaltantes lideres del socialismo del siglo XXI, existe el genuino espíritu de la democracia del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
8. Una desusada practica de publicidad, con preferencia en las gigantografías, en las cuales se presenta la imagen del líder, o de los pequeños lideres, sin faltar, bajo pena de pecado grave, el rostro de Supremo Timonel de la revolución.
Estos son algunos de los puntos importantes que se pueden precisar. Hasta ahora, esto es lo que hay.
lunes, 19 de octubre de 2009
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